El mes de junio es testigo de la llegada del invierno, es por ello que nuestros ancestros diseñaron diversas formas de entender lo que la naturaleza les presentaba.
Las culturas andinas, con rostros sufridos y espaldas, agradecen en forma constante al tata INTI (SOL) por los diversos beneficios que derrama sobre su pueblo. Los incas en su tiempo, mas precisamente, agradecen el nacimiento del sol en una fiesta denominada INTI RAYMI (fiesta del sol). Llevada a cabo todo los 21 de junio de cada año. Rito que se expresa con fogatas y cantos durante la noche para esperara la salida del sol. E cual al salir es motivo de alegría ya que habrá luz durante un ciclo más y con ello todas sus bondades. El pueblo e Santa María heredero de tan rico acervo cultural estuvo en este mes realizando este rito sinónimo de agradecimiento traducido en cuatro fogatas para dar fuerza al sol en su salida matinal. En este caso las instituciones del medio participaron en estas actividades, por ejemplo la escuela AURORA DE UN MUNDO NUEVO, el colegio polimodal “Abel Acosta” Anexo Fuerte Quemado los cuales confeccionaron en piedras de la zona representaciones del la “ventanita de fuerte quemado” o “INTI HUATANA” y de “apachetas o altares”.
Este acontecimiento ancestral, es acompañado días posteriores por otros en el que el fuego es el principal medio de reverencia, me refiero a la “quema” de SAN JUAN Y SAN PEDRO, otro rito de nuestro pueblo con el cual se recuerda a estos personajes bíblicos. Durante toda la semana anterior a la víspera vecinos de los diferentes barrios recogen ramas, montes, basura y objetos en desuso de su casa ( se saca la basura de la casa para desterrar la mala suerte o “YETA” ) sacar para hacer la hoguera que arderá en algún sito baldío. Los que mas se esfuerzan son los niños y niñas que como la hormiga recogen montes de los alrededores para armar el “sanjuán”, que cuanto mas grande mejor, agregándole en algunos casos un muñeco de trapo rellenado de baterías o recipientes de desodorante para que exploten durante la quema. Es mucho mas importante el acontecimiento si hay un JUAN, JUANA, PEDRO O PETRONA entre ellos, ya que los mismos debe hacer honor a su nombre y gritar con mucha fuerza “QUE VIVA SAN JUAN”, o “QUE VIVA SAN PEDRO, SAN PABLO Y TODOS LOS SANTOS” y la gente alrededor de las llamas debe responder “QUE VIVA”. Así también el Juan o Pedro debe invitar con un PONCHE a los presentes. Esta bebida esta hecha con huevo, licor en una paila de cobre en el rescoldo de la hoguera. No se debe olvidar que se debe batir en forma constante de lo contrario la bebida se cocerá y tendrá un sabor a huevo revuelto. Cuando el fuego sede los niños y grandes acostumbran a salta el fuego o caminar sobre el.
Es así que Santa María y sus alrededores se ilumino con fogatas durante tres días en este mes de junio: el 21 esperando al sol, el 24 en la víspera de San Juan y el 29 recordando al San Pedro y todos los Santos.
Las culturas andinas, con rostros sufridos y espaldas, agradecen en forma constante al tata INTI (SOL) por los diversos beneficios que derrama sobre su pueblo. Los incas en su tiempo, mas precisamente, agradecen el nacimiento del sol en una fiesta denominada INTI RAYMI (fiesta del sol). Llevada a cabo todo los 21 de junio de cada año. Rito que se expresa con fogatas y cantos durante la noche para esperara la salida del sol. E cual al salir es motivo de alegría ya que habrá luz durante un ciclo más y con ello todas sus bondades. El pueblo e Santa María heredero de tan rico acervo cultural estuvo en este mes realizando este rito sinónimo de agradecimiento traducido en cuatro fogatas para dar fuerza al sol en su salida matinal. En este caso las instituciones del medio participaron en estas actividades, por ejemplo la escuela AURORA DE UN MUNDO NUEVO, el colegio polimodal “Abel Acosta” Anexo Fuerte Quemado los cuales confeccionaron en piedras de la zona representaciones del la “ventanita de fuerte quemado” o “INTI HUATANA” y de “apachetas o altares”.
Este acontecimiento ancestral, es acompañado días posteriores por otros en el que el fuego es el principal medio de reverencia, me refiero a la “quema” de SAN JUAN Y SAN PEDRO, otro rito de nuestro pueblo con el cual se recuerda a estos personajes bíblicos. Durante toda la semana anterior a la víspera vecinos de los diferentes barrios recogen ramas, montes, basura y objetos en desuso de su casa ( se saca la basura de la casa para desterrar la mala suerte o “YETA” ) sacar para hacer la hoguera que arderá en algún sito baldío. Los que mas se esfuerzan son los niños y niñas que como la hormiga recogen montes de los alrededores para armar el “sanjuán”, que cuanto mas grande mejor, agregándole en algunos casos un muñeco de trapo rellenado de baterías o recipientes de desodorante para que exploten durante la quema. Es mucho mas importante el acontecimiento si hay un JUAN, JUANA, PEDRO O PETRONA entre ellos, ya que los mismos debe hacer honor a su nombre y gritar con mucha fuerza “QUE VIVA SAN JUAN”, o “QUE VIVA SAN PEDRO, SAN PABLO Y TODOS LOS SANTOS” y la gente alrededor de las llamas debe responder “QUE VIVA”. Así también el Juan o Pedro debe invitar con un PONCHE a los presentes. Esta bebida esta hecha con huevo, licor en una paila de cobre en el rescoldo de la hoguera. No se debe olvidar que se debe batir en forma constante de lo contrario la bebida se cocerá y tendrá un sabor a huevo revuelto. Cuando el fuego sede los niños y grandes acostumbran a salta el fuego o caminar sobre el.
Es así que Santa María y sus alrededores se ilumino con fogatas durante tres días en este mes de junio: el 21 esperando al sol, el 24 en la víspera de San Juan y el 29 recordando al San Pedro y todos los Santos.
